El Ayuntamiento de Tarragona descarta “de momento” aprobar una moratoria que congele la concesión de nuevas licencias de residencias turísticas. Así lo afirma la concejal de Turismo, Montse Adán, que, tras su primer mes como presidenta de la Oficina Municipal de Turismo, asegura que la actuación de la administración local en este sentido será la “normativa”.
“Miramos los datos entre 2021 y 2023, tampoco hay un crecimiento espectacular, aunque hay una concentración en ciertos distritos, por lo que hay que regularlo”, alega el titular municipal de Turismo.
Los últimos datos disponibles corresponden al pasado mes de enero, cuando en la ciudad de Tarragona había 1.973 alojamientos destinados al turismo.
Según los registros de la junta directiva, el crecimiento que se ha experimentado en estos dos años no llega al 5%, por lo que el gobierno municipal asegura que ha decidido escuchar la voz del sector para poder tomar la siguiente paso.
“Uno de los objetivos de Turisme será un diálogo muy directo con los profesionales y agentes del sector, porque podemos tener ideas pero al final son ellos los que tienen la experiencia, eso es lo que cuenta”, defiende Adán. Hace unos días tuvo lugar el primer encuentro en el que, además de hoteles y campings, también estuvieron representados los apartamentos turísticos.
“Son ellos mismos los primeros actores que nos piden regulación y acuerdo, para la máxima profesionalización del sector”, aboga el primer teniente de alcalde.
Primero, el concejo municipal asegura que quiere estudiar el cómo y, a partir de ahí, se van a barajar las distintas alternativas. “Hemos hecho el primer contacto y ahora tenemos que analizar los datos, tener en cuenta todos los elementos y ver cómo podemos hacerlo”, argumenta Adán. La idea es impulsar una ordenanza, como la de las terrazas, que será la que establezca si se deben establecer límites y en qué zonas de la ciudad.
Adán defiende que “los apartamentos turísticos son una oferta más de alojamiento”. Y, en este sentido, tiene en consideración que “las plazas hoteleras en Tarragona son limitadas y necesitamos que crezcan para que sea una ciudad atractiva los 365 días del año y porque muchas de las acciones que queremos impulsar implican que los visitantes se alojen en localidades cercanas, porque aquí no tenemos la oferta de otros municipios.
Es un problema que en los últimos años ha causado cierto malestar en zonas como la Part Alta, donde se concentra la presencia de turistas y donde muchos de sus vecinos observan con preocupación la proliferación de estas casas.
Según datos de la Oficina Municipal de Turismo a principios de junio, en esta zona hay un total de 606 inmuebles que se alquilan temporalmente con este fin, lo que representa el 12,68% del total de viviendas.
Impacto en las rentas
Por detrás se encuentra La Móra-Tamarit, que a principios de año contaba con 187 alojamientos registrados para uso turístico, lo que representa el 12,4% del total. Los Barris Marítims ocupan el tercer puesto del podio, con 391 licencias (8,94%). En el resto de barrios de la ciudad estas cifras son mucho más bajas y no llegan al 3%, mientras que en algunos barrios el dato es prácticamente testimonial.
Por ello, el ejecutivo anterior anunció tras las elecciones la propuesta que estaba trabajando el Concejo Municipal de Turismo, para aprobar una moratoria de un año que permitiría desarrollar un plan especial.
Tal y como explicó en su momento el exalcalde de Pau Ricomà -que tenía competencias en materia de turismo- era la alternativa que se había discutido con el secretario del ayuntamiento para evitar que el proceso acabara paralizado por una sentencia judicial.
La decisión se toma a partir de un debate conjunto con Habitatge, Llicències y Urbanisme, en que el Servei Municipal del Habitatge y el Patronat Municipal de Turismo hacían informes en los que tenían en consideración el impacto que comporta esta actividad en los alquileres area.
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